La primera entrada que
quiero compartir con ustedes amables lectores, es acerca de los quetzales. Este
es uno de los grupos más espectaculares de aves de los bosques nublados
neotropicales debido al extraordinario plumaje iridiscente, el cual es más
llamativo en los machos, especialmente en la especie centroamericana Pharomachrus
mocinno (imagen abajo en el dominio público). El nombre de
quetzales es particularmente apropiado para este grupo de aves y proviene del
Nahuatl quetzallii que significa hermoso (Andrews 2003). Lo mismo puede decirse
del nombre genérico que proviene del griego y se traduce como “manto largo”
(Granizo 2009).
Quetzal Resplandeciente (Foto en el dominio publico aqui here)
Los
quetzales son un grupo de cinco especies de aves frugívoras, aunque se ha
sugerido seis especies cuando se consideran como separadas las dos sub-especies
del Quetzal Resplandeciente, Pharomachrus moccino moccino de México
y P. m. costaricensis de Costa Rica y Panamá (Solorzáno y Oyama
2010). Los quetzales representan un grupo monofiletico y son
bastante uniformes en su morfología, haciéndolos fáciles de
reconocer. Asimismo, la mayoría de especies se encuentran restringidos a los
bosques húmedos de montaña a excepción del Quetzal Pavonino (Pharomachrus
pavoninus) que habita los bosques lluviosos amazónicos. Tanto
los bosques lluviosos amazónicos como los húmedos de montaña tienen en común
una abundante precipitación y humedad, la cual es extremadamente alta en los bosques nublados que están caracterizados por la presencia estacional o permanente de neblina. A
pesar de ser aves emblemáticas de Centroamérica, especialmente de Guatemala y
Costa Rica, la mayor diversidad de especies de quetzales se halla en el norte
de Sudamérica siendo Colombia y Venezuela los que albergan mayor número de
especies, ya que en ambos países se hallan cuatro de las cinco especies,
incluyendo el poco conocido Quetzal Dorado (Pharomachrus fulgidus)
(abajo).
Quetzal Dorado (Pharomachrus fulgidus) fotografiado en la Cordillera de la Costa, Venezuela (Foto del autor).
Los
quetzales son aves grandes (41 a 33 cm) y poseen una dieta altamente frugívora
(Wheelwright et al. 1984, Remsen et al. 1993, Solorzáno et al. 2000), aunque no
existen estudios detallados de la dieta de las especies sudamericanas. El pico
de los quetzales es corto y aplanado con la punta poco curvada y tienen una
gran apertura bucal. Esto les facilita la ingestión de frutos de gran tamaño
principalmente de árboles de aguacatillos o canelos (Lauraceae), nueces
moscadas y sangres de gallina (Myristicaceae), higueras (Ficus spp.),
y especies de palmas del género Bactris, Euterpe y Wettinia.
Los estudios más detallados indican el consumo de entre 41 a 43 especies de
plantas por el Quetzal Resplandeciente en Costa Rica y de 33 especies en las
selvas de Chiapas en México (Wheelwright 1993, Solórzano et al. 2000). La dieta
de las especies sudamericanas no ha sido detallada, aunque parecen mostrar una
alta dependencia con frutos de Lauraceae como en la especie centroamericana.
Frutos de Aguacatillos (Lauraceae) (Foto del autor)
En
los bosques nublados de Centroamérica los quetzales se hallan restringidos a la
zona alta entre 1200 a 3000 m, aunque las especies sudamericanas pueden
hallarse a elevaciones mucho menores de hasta 200 m como ocurre con el Quetzal
Pavonino en la cuenca amazónica. Además, en los Andes de Venezuela, Ecuador y
Colombia parece haber también algún tipo de separación altitudinal entre P.
antisianus y P. auriceps (Ridgely y Greenfield 2001,
Hilty 2002). Al igual que otros trogoniformes, los quetzales poseen pies cortos
y heterodáctilos, que se refiere a pies en los cuales los dedos primero y
segundo se oponen al tercero y cuarto, y que además están parcialmente fusionados
(Moyle 2005); por esta razón la mayoría de los frutos los arrancan mediante
revoloteos y por lo cual muestran una musculatura de vuelo muy desarrollada que
puede representar el 21 % de la masa corporal (Wheelwright 1983). El vuelo es
normalmente pesado y ondulatorio. Además de frutos, la dieta de los quetzales
es complementada con invertebrados y pequeños vertebrados, habiéndose observado
el consumo de insectos, orugas, anfibios y reptiles.
A
pesar de su extraordinario plumaje, la mayoría de especies de quetzales son
escasos y difíciles de observar en el dosel de los bosques nublados y
lluviosos. Por esta razón, la dieta de la mayoría de especies es poco conocida
y desconocemos si existen diferencias entre las especies de bosques nublados y Pharomachrus
fulgidus de los bosques lluviosos. Generalmente, los quetzales son
detectados por sus altos cantos que pueden escucharse a varios metros dentro
del bosque y que pueden ser escuchados durante inicios de la estación
reproductiva. La biología reproductiva de la mayoría de especies es al igual
que la dieta poco conocida, aunque todas las especies parecen utilizar cavidades
de árboles para su nidificación (Lohens y Greeney 2008). En la época
reproductivo se ha reportado también vuelos de exhibición en la Cordillera
Central de Costa Rica en la cual los machos levantan el vuelo sobre las copas
de los árboles, realizando un círculo para luego descender hacia el interior
del follaje de las copas de los árboles mientras producen un reclamo lastimero
(Skutch 1944). De mis observaciones personales en Venezuela este comportamiento
también es realizado por Pharomachrus antisianus y P.
fulgidus.
Pese
a su marcado dimorfismo sexual, la anidación y crianza de los polluelos es
llevada a cabo por el macho y la hembra en las especies de quetzales para los
cuales existen datos (Avila 1996, Lebbin 2007, Lohenes y Greeney 2013). La
puesta es de 2 a 3 huevos de color azulado y la incubación puede durar entre 17
a 19 días, en el caso del Quetzal Resplandeciente (Skutch 1944, Wheelwright
1983). En el Quetzal Pavonino (Pharomachrus pavoninus) la incubación ha
sido estimada entre 21 a 24 días y se ha reportado diferencias en la proporción
de frutos acarreados hacia el nido, con una alta preferencia por ranas durante
la fase inicial de crecimiento de los polluelos (Lebbin 2007). Estas
diferencias en el porcentaje de frutos en la dieta de los polluelos han sido también
notadas en el Quetzal Cabecidorado aunque la mayoría de proteínas animales
fueron de insectos (Lohnes y Greeney 2008). Mucho queda aún por conocer sobre la reproducción, comportamiento y
dieta de este extraordinario grupo de aves. Asimismo, al igual que la mayoría
de aves de los bosques tropicales, los quetzales están amenazados por la
pérdida de hábitat para la expansión de las actividades humanas así como
también por el cambio climático global, por lo cual es necesario proteger los bosques tropicales nublados donde habita.
Los bosques nublados, el reino de los quetzales (Foto del autor)
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REFERENCIAS
- Andrews, J. 2003. Introduction to classical Nahuatl. Vol. 1. University of Oklahoma Press.
- Granizo, Tarsicio. Etimología: nombres científicos de las aves del Ecuador. Simbioe, 2009.
- Hilty, S. L. 2002. Birds of Venezuela. Princeton University Press.
- Lebbin, D. J. 2007. "Nesting behavior and nestling care of the Pavonine Quetzal (Pharomachrus pavoninus)." The Wilson Journal of Ornithology 119: 458-463.
- Lohnes, R. G., and Greeney, H. F. 2008. "Brooding behavior and nestling description of Golden-headed Quetzal Pharomachrus auriceps."Cotinga 30: 47-50.
- Moyle, R. G. 2005. "Phylogeny and biogeographical history of Trogoniformes, a pantropical bird order." Biological Journal of the Linnean Society 84: 725-738.
- Remsen Jr, J. V., Hyde, M. A. and Chapman, A. 1993 "The diets of Neotropical trogons, motmots, barbets and toucans." Condor 95: 178-192.
- Ridgely, R. S., and Greenfield, P. J. 2001. "The birds of Ecuador “. Vol. 2. Cornell University Press." Ithaca, NY.
- Skutch, A. F. 1944."Life history of the Quetzal." The Condor 46: 213-235.
- Solórzano, S., Castillo, S., Valverde, T., & Ávila, L. 2000. Quetzal abundance in relation to fruit availability in a cloud forest in Southeastern Mexico 1. Biotropica 32: 523-532.
- Solórzano, S. and Oyama, K. 2010. "Morphometric and molecular differentiation between quetzal subspecies of Pharomachrus mocinno (Trogoniformes: Trogonidae)." Revista de biología tropical 58: 357-371.
- Wheelwright, N. T. 1983. "Fruits and the ecology of Resplendent Quetzals." The Auk 100: 286-301.
- Wheelwright, N. T., Haber, W. A., Murray, K. G., & Guindon, C. (1984). Tropical fruit-eating birds and their food plants: a survey of a Costa Rican lower montane forest. Biotropica 16: 173-192.
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